El combustible verde es el tipo de combustible que no tiene un impacto negativo en la salud humana ni en los animales, y tampoco para el medio ambiente cuando se quema; por lo tanto, no debe haber nada dañino para los organismos humanos. Una sustitución sostenible de los combustibles tradicionales no renovables, que son agotables, este combustible ecológico se extrae de fuentes renovables como plantas, residuos y algas. Ahora, este tipo de combustible, conocido como biocombustible, es un valioso recurso energético orgánico natural que puede ayudar a crear y mantener el medio ambiente.
El biodiésel es un tipo de biocombustible que se puede fabricar a partir de aceites vegetales (por ejemplo, aceite de soja), grasas animales o grasa reciclada. Como señalé en el informe de conducción del año pasado, el biodiésel tiene una serie de beneficios ambientales, incluyendo una combustión más limpia y emisiones más bajas en comparación con el diésel convencional. También funciona en motores diésel existentes, y la infraestructura soporta a millones de conductores a diario.
Hay una abundancia de tecnología de vanguardia disponible para restaurar las credenciales ambientales de los motores diésel en los últimos años. Estas tecnologías, además de mejorar la economía de combustible, también resultan en emisiones más bajas mientras mejoran la eficiencia general del motor. Componentes sofisticados como inyectores, por ejemplo, ayudan a entregar una inyección precisa de combustible en cada cilindro para mejorar la eficiencia del combustible. Además, sistemas de recirculación de gases de escape (EGR) que devuelven las emisiones al motor, reduciendo la salida por el tubo de escape. Sistemas de reducción catalítica selectiva (SCR) y filtros de partículas diésel (DPF) ayudan aún más a controlar las emisiones de óxido de nitrógeno*(*2)(NOx)* así como de materia particulada (MP), contaminantes que son perjudiciales para la salud humana, llevando a un aumento en las tasas de mortalidad.
La tecnología de diésel limpio combina un diseño avanzado de motor con combustible diésel de ultra-bajo azufre y sistemas de control de emisiones para cumplir con los estándares de aire limpio. El ejemplo más común de esta tecnología es un vehículo híbrido eléctrico diésel (DEH) que une motores eléctricos modernos con eficientes motores diésel para proporcionar energía móvil y limpia. Estos autobuses, construidos para viajes interurbanos, contribuyen a reducir la contaminación del aire y aumentar el modo de transporte.
Tecnologías especiales como los sistemas SCR para el tratamiento de emisiones y los DPF fueron introducidos para manejar el control de emisiones. Los sistemas de Reducción Catalítica Selectiva inyectan una solución de urea, comúnmente conocida como líquido de escape diésel (DEF), en el flujo de escape donde reacciona con el NOx para formar nitrógeno y vapor de agua. Por otro lado, los DPFs capturan la materia particulada antes de que entre en el aire, con el objetivo de tener un aire ambiente limpio.
En resumen, las tecnologías de diésel renovable han avanzado mucho en los últimos años gracias a la combinación de combustibles sostenibles y la gestión innovadora de motores con control de emisiones. A medida que continúa la investigación y el desarrollo, las transmisiones diésel serán aún más limpias en el futuro, pero dado el rechazo actual por los puntos negativos, esto implica confiar en que seguirán trabajando hacia una forma más sostenible de transporte.